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domingo, 27 de febrero de 2011

fiesta de las flores y de las frutas

Origen de la fiesta de las frutas y de las flores

Luego del terremoto del 5 de Agosto de 1949, el pueblo buscó reactivarse y dejar de lado este suceso, por lo que el Centro Agrícola del cantón de Ambato fue quien organizó por primera vez la Feria, para luego ser declarada internacional y posteriormente la hicieron coincidir con los días de carnaval.
1951 fue el punto de partida. La fiesta se realizó con características únicas por su contenido; aroma de frutas, perfume de flores, belleza de sus mujeres, manifestaciones de arte, cultivo de tradiciones; todo sobre una base de solidaridad, respeto y entusiasmo que situaron a Ambato en un pedestal de desarrollo cultural.
Año tras año, la intensidad de las fiesta iba en aumento, varios elementos se han ido incorporando y el derroche de alegría y sana diversión se impregnaba fácilmente en ambateños y turistas; no hubo quien escape al regocijo.




Fiesta de la fruta y de las flores

La culturización del carnaval es un acierto que ha permitido que la Fiesta adquiera mayor trascendencia, así como el Festival del Folklore y la Feria Taurina hacen de la Fiesta de los ambateños un referente importante en la visita turística de América. La Fiesta es una manifestación de cultura, diversión que congrega año tras año a miles de turistas.
Ambato ofrece a los visitantes sitios hermosos con bellos parajes, lugares de tradición, cultura y los diferentes programas que organizan los barrios e instituciones de la cuidad.
La responsabilidad es de todos, trabajemos juntos con sencillez, con humildad pero con mucha decisión para que Ambato siga siendo la ciudad jardín del Ecuador, tierra de flores y frutas, tierrita linda cuna del sol.
Mantengamos la dignidad de nuestra ciudad para que el orgullo de ser ambateños no sea por el pasado sino por el presente y por un futuro prometedor.

Reina 2002 de la fiesta de las flores y las frutas

Ambato es la primera ciudad del Ecuador que ha logrado erradicar el carnaval con agua; ha sustituido esta práctica con eventos de distinto tipo en los que la participación popular es masiva. El programa de la fiesta es de lo más variado, se encuentran festivales folklóricos y de la canción, juegos florales, mingas, juegos pirotécnicos, ferias del plato típico, teatro, exposiciones artesanales y frutícolas, bailes populares, concursos de disfraces, coronaciones de reinas, serenatas, etc. Destacan el Desfile de la Confraternidad y las corridas de toros.

En el desfile participan muchos colegios, masculinos y femeninos, con bandas de guerra, bastoneras, pendoneras y reinas. Asimismo desfila cada cantón de la provincia con su carro alegórico, su reina y su corte. Reinas de otras ciudades del país acompañan el desfile. Algunas comparsas representan el motivo de la fiesta: las flores y las frutas, las abejas, la miel y la riqueza de la zona. Hay un carro alegórico de la Asociación de Fruticultores del Tungurahua que representa el Guaytambito, el símbolo de la fiesta. Varios otros carros llevan motivos frutales o se adornan completamente con frutas de estación o propias de una zona como sucede con el de Patate que está hecho con mandarinas. Los carros llevan leyendas como "Ambato Jardín", "Ambato Amistad", "Ambato Confraternidad", "Tierrita Linda", etc.

En las corridas de toros, al estilo español, participan de manera especial los toreros de la localidad. La plaza presenta llenos totales, los alternantes se esmeran en sacar el mejor partido al entierro y el público ovaciona o pifia. Cuando la fama lo amerita, el torero es sacado en hombros, qué mejor si se trata de un lugareño.



















fiesta del yamor

Fiesta del Yamor nació de leyenda indígena amorosa.

Como casi todas las fiestas indígenas, el Yamor, que se celebra los primeros días de septiembre en esta ciudad, tiene su propia historia o leyenda.

Se dice que hace muchos años el “Taita Imbabura”, quien era la máxima autoridad de la comarca, estaba casado con una mujer muy bondadosa y bella.

Un día ante ellos se presentó Pacarina, una  muchacha de 15 años, quien les contó su pena de amor. Estaba enamorada de un joven que no le correspondía con su cariño. 

Al conocer esta realidad, Taita Imbabura y su esposa transformaron a Pacarina en Ñusta (reina) del maíz. Le dispusieron que cuando haya pasado el solsticio fuera a los cuatro puntos cardinales de la comarca y cosechara diez mazorcas de diferentes tipos de maíz.

Una vez recogidos, le dijeron que los moliera y cocinara y que de allí saldría una bebida que al darle de tomar a su amor, este caería a sus pies.

Eso pasó. Jatún Cuncay, quien era el personaje, bebió la chicha y ante sus ojos iluminados apareció Pacarina hacia quien le nació un amor eterno. De allí se origina el Yamor, que según la historia, es un canto en homenaje al maíz y al amor.

Es esta bebida milenaria el principal ícono de las fiestas que precisamente en casi todos los números o programas de la fiesta es brindada a los visitantes.

Los turistas extranjeros se dejan envolver por el aroma de la bebida que se expende en un sinnúmero de locales.

La fiesta del Yamor también es la oportunidad del reencuentro para los indígenas otavaleños que salieron al exterior por motivos de trabajo y que regresan para la celebración.

Disfrutan junto a los suyos. Para eso visten elegantes. Las mujeres llevan una camisa blanca bordada a mano, el anaco sujetado por una faja, y como adorno las gualcas (collares) y manillas (pulseras), la infaltable fachalina (capa) que se anuda sobre los hombros.

Los hombres visten pantalón blanco a la altura de los tobillos, camisa del mismo color, poncho de lana azul, alpargatas de color blanco y sombrero de paño.

Esta vestimenta de a poco está siendo cambiada, especialmente por los jóvenes, quienes han adoptado en los últimos años la moda de culturas extranjeras, sobre todo de países en donde residen sus padres o parientes.




 

Reina
La noche del sábado pasado, María Orozco fue elegida como la nueva Reina del Yamor. La ceremonia se realizó durante una velada artística efectuada en el coliseo República del Ecuador. 

El comercio
Otavalo vive sus días más intensos. Es en estas fechas en donde los negocios más se mueven y generan ganancias.






fiesta de la mama negra


Fiesta de la Mama Negra, patrimonio intangible de la nacionalidad ecuatoriana

La celebración de la Mama Negra es una muestra del patrimonio intangible de nuestra nacionalidad y de la diversidad extraordinaria de nuestro pueblo, aseveró el vicepresidente Presidente de la República, Lenín Moreno, al observar el paso de las comparsas y personajes en Latacunga.
Asimismo, señaló que con su presencia en el desfile, “transmitía el cariño del gobierno en respuesta a un pueblo que ve en sus gobernantes transparencia y verticalidad para trabajar”. El gobierno está cumpliendo con el Ecuador, Latacunga y Cotopaxi, agregó el mandatario.
El Segundo Mandatario comentó que la Mama Negra tiene dos momentos de celebración; en septiembre es una fiesta indígena propia de la zona que resume nuestros ancestros con sabiduría, y en noviembre lleva la marca registrada de Latacunga decretada por el Municipio de la ciudad.
Moreno comentó que las autoridades municipales de la ciudad de Latacunga le nombraron prioste y que aceptó la “jocha” para estar presente este día y trasmitir el sentir del gobierno al pueblo de Cotopaxi.
La Mama Negra invita al mestizaje y al turismo, donde se manifiesta la algarabía de los ciudadanos que reproducen una tradición que se inició en el Siglo XVIII como un agradecimiento a la naturaleza y al volcán Cotopaxi, agregó el gobernador de la provincia, Ramiro Vela, que acompañó al Vicepresidente en la tribuna de honor.
La Mama Negra de noviembre se celebra desde 1963 el día sábado antes del 11 del mismo mes y tiene a la Virgen de la Merced como patrona de la fiesta. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural declaró a este festejo patrimonio cultural inmaterial del Estado en octubre de 2005.
Los personajes típicos de la fiesta; El Ángel de la Estrella, El Rey Moro, El Abanderado, el Capitán y la Mama Negra con sus respectivas comparsas desfilaron en un trayecto de dos kilómetros por las calles de Latacunga, iniciando en el Centro Agrícola hasta el barrio Loreto.










fiestas populares

Nuestro país encierra una fabulosa gama de expresiones en los diversos campos del hecho folclórico y popular. De esta manera, ratifica su ancestro histórico y la riqueza de su acervo cultural que es el centro de atracción de propios y extraños.
Interminables resultan los testimonios del folclore ecuatoriano y de manifestaciones bastante afines, enriquecido por una serie de autos sacramentales, hechos, personajes, pasajes de proyección estética, etcétera, provenientes, asimismo, de aquella amplísima cobertura que contempla otros motivos de costumbres y tradiciones.
Esto determina que a lo largo del año la comunidad compatriota y los extranjeros que nos visitan puedan observar o involucrarse en los llamados eventos de proyección estética que se ofrecen en ciudades, pueblos y caseríos de las distintas provincias ecuatorianas.
Son pues, las fiestas de los santos patronos, las celebraciones religiosas, las fiestas indígenas y turísticas las que propician la aparición de importantes motivos de carácter folclórico (ergológico, social, narrativo, entre otros).
Esta ocasión, abordaremos mayormente lo relacionado al folclore social en los campos de la música, bailes y disfrazados para intentar un calendario bastante completo de las fiestas de hechos folclóricos y populares del Ecuador, sin olvidar que las comidas, bebidas y juegos pirotécnicos, que tanto se nombran, identifican al folclore ergológico.
Celebraciones de todo tipo
En medio de un profuso calendario que por su misma naturaleza resulta imposible estructurar completamente, como un excelente testimonio de todo cuanto tenemos para ofrecer a propios y extraños, además de la Fiesta del Montubio en la región costeña y de la Mama Negra en tierra cotopaxense, tenemos el Pase del Niño en Cuenca.
De igual manera, el Inti Raymi o Fiesta del Sol en Cañar, las celebraciones de Corpus Christi, San Juan, San Pedro y San Pablo en provincias litoralenses y serranas; los chigualos en Manabí y los carnavales de Guaranda y Chimbo en Bolívar.
El complemento
Parte imprescindible de las celebraciones son los personajes que forman parte de los desfiles, comparsas, romerías y otras manifestaciones del folclore social. Allí entonces la Mama Negra, el capitán, aruchico, yumbo, abago, huaco, capariche, danzante, curiquingue, caporal, diabluma y decenas de disfrazados que tienen significado preponderante en cada festividad aun en medio del sincretismo, es decir la mezcla de símbolos católicos e indígenas.
La banda de pueblo y la banda mocha también ponen su cuota interpretando aires típicos, cachullapis, danzantes, bombas, albazos, etcétera; las marimbas ponen las notas festivas con sus andareles, agua corta y décimas, y los grupos de músicos montubios hacen lo propio con sus pasillos, pasacalles, polcas, amorfinos, contrapuntos y el singular baile de la iguana.
Los juegos pirotécnicos (castillos, vaca loca, cohetes, globos, ratones, etcétera) y las comidas nativas y criollas (mote pata, mote pillo, cuy asado, greñoso, tigrillo, hornado, aguado, bollo, colada morada, chugchucaras, chicha de jora, encocado) y cientos de platos más, constituyen parte fundamental de estas expresiones festivas que, individualmente o en grupo, dan cuenta de lo nuestro pese a la constante aculturización, que en más de una ocasión deteriora el auténtico folclore, tenido como tal si conserva los elementos de anónimo, tradicional, espontáneo, funcional y vulgar.